¿La emoción de un niño? No tiene precio...
Una tarde de pasión y de deporte en la que han participado varios niños, uno en particular: Matteo, que ha podido cumplir un pequeño suelo con su papá. Verdaderamente una experiencia que no tiene precio.
Es una ocasión muy bonita. Ir al estadio con papá, de la mano, el césped que brilla, las luces. Y después la sorpresa, de esas que se quedan en el corazón para toda la vida. Entrar en el campo con tu campeón favorito y después volver con papá, y ver el partido con nuevos ojos. Esta es la experiencia que pudo vivir el pequeño Matteo ese miércoles, en el partido de Champions, entre la Roma y el CSK.
La de Matteo es parte de la priceless experience del programa internacional homónimo que implica a las ciudades más bellas y significativas del mundo y que no podía dejar de hacerse en Roma. Arte, deporte, eventos se unen para hacer algo más que el típico “business”, para regalar emociones, recuerdos, experiencias. En esta primera ocasión, esta “experiencia que no tiene precio” (los recuerdos no se compran...) ha elegido a 22 niños italianos, que bajaron al campo en el Estadio Olímpico de la mano de los protagonistas del partido de ese día, entre el AS Roma y el CSKA de Moscú. Los 22 niños pudieron ver realizado su sueño de entrar en el campo junto a los mejores jugadores, poco antes del saque de inicio. Los “Player Mascots” pudieron probar el típico nerviosismo antes del encuentro, pasando por el túnel de entrada al campo y volver después con sus padres a las gradas, conservando como recuerdo el uniforme oficial.
Y en el país en el que el fútbol es una pasión por encima de las demás, por cuenta de MasterCard (patrono de la iniciativa), el instituto de investigación Doxa reunió a más de 850 amantes de la Ciudad Eterna, personas que viven en ella o que quieren hacer un viaje de placer a Roma en los próximos 2-3 años, para comprender qué experiencias y lugares preferían. Cuando se les pidió indicar la experiencia que preferían hacer en Roma, el 17% respondió “ver a mi hijo entrar en el campo con el capitán de su equipo favorito antes de un partido de la UEFA Champions League”. Era de imaginar, y Matteo ha podido experimentarlo...
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